Cascarilla

La Cascarilla es un elemento ritual muy utilizado en las religiones afrocubanas, afrobrasileñas y afroamerindias. Se utiliza para hacer purificaciones y despojos, así como rogaciones de cabeza y otras ceremonias. Su poder es similar al del agua bendita, ya que tiene la capacidad de purificar las energías negativas. Al ser un elemento sólido, la Cascarilla resulta muy práctica y efectiva. Puede utilizarse para trazar símbolos protectores en la casa, sellar el altar o el negocio. Cuando la usamos alejamos a los espíritus oscuros, el mal de ojo y las brujerías. También puede aplicarse en el cuerpo con esta intención. ¿Sabías que si trazas cruces de brazos iguales en las plantas de los pies y las manos antes de dormir, proteges tu Aura de influjos tóxicos?. Esto resulta sumamente efectivo en caso de insomnio o pesadillas. La presencia de la Cascarilla ofrece protección y evita la negatividad. Si la aplicas rezando tus oraciones devotas alcanzarás grandes resultados. También puedes usarla si te vas de viaje y necesitas proteger tus maletas (trazando cruces en las maletas para que no te las pierdan…!). Todo lo que es tiznado con ella queda bendecido y protegido. Puesta en un saquito y llevada en el bolso la Cascarilla resulta perfecta para momentos de urgencia. ¿Vas a encontrarte con una amiga que es tóxica y envidiosa?. Protégete con la Cascarilla. Tizna tus manos, garganta y pecho con ella. Traza cruces de brazos iguales y sellarás tu Aura impidiendo que su negatividad te afecte. La Cascarilla resulta un elemento rápido y efectivo de protección y es por esto que se recomienda en todos los casos. Combinada con rezos y plegarias eleva la vibración y resguarda tu ser de negatividad. ¿No eres practicante de religiones africanas?. No importa. Utiliza la Cascarilla y verás los resultados. También puedes usarla para complementar tus limpiezas y reforzar su efecto. Aquí tienes tu auténtica Cascarilla ritual. Utilízala para sellarte y protegerte del mal.
Atención, La verdadera cascarilla se prepara con cáscara de huevo blanco molida, agua bendita, harina de maíz y otros productos. Existen en el mercado varios formatos y algunos son falsos. La auténtica es blandita y con sólo tocarla ya “tizna”. Para distinguirla tócala y observa. Si es dura y parece tiza, no es la auténtica, ya que le habrán añadido una gran cantidad de cal o yeso. No te dejes engañar. Usa la verdadera cascarilla.